viernes, 15 de junio de 2012

aspectos positivos del dormir bien en los niños

Dormir bien mejora el rendimiento intelectual de los niños VelSid | 12 de septiembre de 2011Categorías: Salud Horas de sueño en los niños Dormir bien mejora el rendimiento intelectual de los niños, esto es algo que probablemente la mayoría de los padres saben, la falta de sueño se asocia a diferentes problemas como un menor rendimiento físico o intelectual. Pero, ¿cuánto deben dormir los niños? Según un estudio desarrollado por la Universidad Ramón Llull y la Universidad Autónoma de Barcelona, los niños con edades comprendidas entre los 6 y los 7 años deben dormir un mínimo de 9 horas para poder garantizar un adecuado desarrollo intelectual. No respetar la rutina de la hora de acostarse pronto y no dormir lo suficiente, se traduce en un peor rendimiento académico en los niños de educación primaria. Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron, mediante un cuestionario realizado a los padres, distintos aspectos de 142 niños de primaria de diferentes centros escolares. En el cuestionario se realizaban preguntas relacionadas con los hábitos de sueño infantil y los datos se cotejaron con las competencias académicas. Los resultados del estudio indican que una gran mayoría de niños duerme unas 8 horas, pero también se desprende que el 69% de los niños se acuestan más tarde de las 11 de la noche, recordemos que la hora de acostarse es importante ya que amplía las horas de sueño. Así, los niños que dormían de 8 a 9 horas tenían peor rendimiento académico que los que dormían entre 9 y 11 horas, la conclusión es obvia, como mínimo se deben dormir 9 horas para mejorar el rendimiento intelectual de los niños. Ya hemos hablado en otras ocasiones sobre los horarios infantiles para dormir, en un estudio desarrollado por el Grupo de Sueño de la Asociación Española de Pediatría (AEP) nos mostraban las consecuencias de no mantener un horario y dormir las horas suficientes que garantizan un buen descanso. La falta de horas de sueño y los malos hábitos producen efectos negativos en la memoria, en la motivación o el aprendizaje, lo que se traduce en el peor rendimiento escolar y quizá en un futuro fracaso escolar. Se debe respetar y dar prioridad al sueño infantil, la denominada higiene del sueño facilita un desarrollo cognitivo positivo, el consejo es que los padres intenten que sus hijos se acuesten pronto y duerman un mínimo de nueve horas, los pequeños se encontrarán llenos de energía y serán más receptivos en el aprendizaje. Puedes obtener más detalles de la noticia que hemos conocido a través de Agencia Sinc en este enlace del estudio publicado bajo el título “Efectos de las horas y los hábitos de sueño en el rendimiento académico de niños de 6 y 7 años: un estudio preliminar”

jueves, 14 de junio de 2012

¿cuantas y cuales son las fases del sueño

Si observásemos atentamente a una persona desde que se acuesta hasta por ejemplo 2 horas después de quedarse dormida, nos daríamos cuenta que en su organismo se producen una serie de cambios. Por ejemplo, es frecuente (aunque no necesario para dormirse) que al inicio del sueño se den contracciones musculares en las extremidades o en todo el cuerpo. Estas contracciones indicarían que la persona acaba de dormirse. Otro tipo de cambio son los movimientos oculares rápidos que se producen aproximadamente al cabo de 90 minutos del inicio del sueño, signo de que la persona está soñando. Como hemos comentado anteriormente, algunos de estos cambios fisiológicos fueron tomados en cuenta por A. Rechstchaffen y A. Kales para clasificar el sueño en diferentes etapas. Esta clasificación se realiza a partir del registro de los siguientes parámetros electrofisiológicos: Electroencefalograma (EEG): medida de la actividad eléctrica cerebral Electroculograma (EOG): medida de los movimientos oculares Electromiograma submentoniano: medida del tono muscular Respiración: medida del flujo de aire inspirado y cantidad de movimiento muscular torácico-abdominal Oximetría: cantidad de oxígeno en sangre La distribución estas etapas en el período de sueño no es aleatorio, sinó que se ciñe a unas características comunes en la mayoría de individuos sanos, las cuales quedan bien reflejadas en el hipnograma. A continuación comentaremos en detalle cuáles son las principales características de las diferentes fases del sueño. Fase I: es la fase de sueño ligero, aquella en la que aún percibimos la mayoría de estímulos que suceden a nuestro alrededor (auditivos y tactiles). El sueño en fase I es poco o nada reparador, y coincide con aquellas situaciones en que si habiéndonos quedado dormidos en el sofá alguien nos dijera: Oye, ya está bien, no te duermas, nosotros contestaríamos: si no estaba durmiendo... En la fase I de sueño la actividad cerebral combina el patrón alfa con el theta de baja amplitud. El tono muscular está disminuido en relación a la vigilia y aparecen movimientos oculares lentos (Gráfico fase I). Fase II: en esta fase se produce un bloqueo de los 'inputs' sensoriales a nivel de tálamo, es decir, nuestro sistema nervioso bloquea las vías de acceso de la información sensorial. Este bloqueo comporta una desconexión del entorno, lo que facilita la conducta de dormir. El sueño de fase II es parcialmente reparador, lo que sugiere que no es suficiente para descansar completamente. En la fase II de sueño, la actividad cerebral es predominantemente theta, aunque aparecen algunas salvas de ondas delta. Son característicos de esta fase los husos de sueño (salvas de 0.5 a 2 segundos de actividad beta de 12 a 14 ciclos por segundo; en inglés, spindles) y los complejos K (ondas bifásicas de gran amplitud). El tono muscular es menor que en fase I, y desaparecen los movimientos oculares (Gráfico fase II). Fase III: el bloqueo sensorial se intensifica en relación a la fase II, lo que indica una mayor profundidad de sueño. Si nos despertamos en esta fase, nos encontramoa confusos y desorientados (en fase IV sucede lo mismo pero aún con mayor intensidad). El sueño de fase III es esencial para que la persona descanse subjetiva y objetivamente. En esta fase, la actividad cerebral es preferentemente delta, aunque con presencia de actividad theta. El tono muscular es aún más reducido que en fase II, y tampoco hay movimientos oculares (Gráfico fase III). Fase IV: es la fase de mayor profundidad del sueño, en la que la actividad cerebral es más lenta (predominio de actividad delta). Al igual que la fase III, es un período esencial para la restauración física y sobretodo psíquica del organismo (déficits de fase III y IV provocan somnolencia diurna). En esta fase, el tono muscular está muy reducido. Aunque no es la fase típica de los sueños, en algunas ocasiones pueden aparecer. Los sueños de fase IV son en forma de imágenes, luces, figuras, y nunca en forma de historia. Por último, comentar que la fase IV es la fase en la que se manifiestan alteraciones tan conocidas como el sonambulismo o los terrores nocturnos (Gráfico fase IV). Fase MOR: es la fase en que tenemos los sueños típicos, los que se presentan en forma de narración. La actividad eléctrica cerebral de esta fase es rápida, mayoritariamente theta de baja amplitud con ráfagas de actividad beta. El tono muscular es nulo (atonía mmuscular o parálisis), lo que impide que representemos aquello que soñamos. Las alteraciones más típicas de esta fase son las pesadillas, el sueño MOR sin atonía y la parálisis de sueño (Gráfico fase MOR).

martes, 12 de junio de 2012

¿cuantas anomalias en el cuerpo puede producir la falta de sueño?

La privación de sueño y sus consecuencias metabólicas Food TodayLa cultura de las “24 horas al día, 7 días a la semana” de la sociedad occidental, en la que cada vez son más las horas de vigilia debido a la presión profesional o social, tiene consecuencias en la calidad del sueño y, según algunos estudios científicos, quizá también en el riesgo de padecer obesidad y diabetes. ¿Qué función tiene el sueño? El sueño es esencial para la vida y es la base de numerosas funciones fisiológicas y psicológicas, como la reparación de los tejidos, el crecimiento, la consolidación de la memoria y el aprendizaje. Aunque no todas las personas adultas necesitan el mismo número de horas de sueño, los expertos consideran que dormir menos de 7 horas por noche de forma continuada puede tener consecuencias negativas para el organismo y el cerebro. El sueño y el metabolismo Al examinar la relación existente entre el sueño y el metabolismo, es difícil determinar si ciertas circunstancias metabólicas conducen al sueño, o si es la calidad y duración del mismo lo que impulsa el metabolismo. Por ejemplo, los períodos más prolongados de sueño profundo se observan en personas físicamente activas y en aquéllas con una glándula tiroides hiperactiva; ambos casos están asociados con metabolismos más rápidos. Por el contrario, las personas con una glándula tiroides hipoactiva y, como consecuencia, un metabolismo más lento, suelen disfrutar de menos horas de sueño profundo. Inversamente, la privación de sueño está relacionada con diversos cambios adversos de la actividad metabólica: aumentan los niveles de cortisol (una hormona implicada en la respuesta al estrés) en sangre, la respuesta inmune se ve afectada, disminuye la capacidad del organismo de procesar glucosa y el control del apetito se altera. Este tipo de cambios, pueden observarse en personas cuyo patrón de sueño está trastornado debido, por ejemplo, al cuidado de un bebé o a una enfermedad. El resultado final es que el funcionamiento normal del cuerpo se ve perturbado por la falta de sueño, y esto se repercute en ciertas consecuencias metabólicas. ¿Influye la falta de sueño en la salud? Los estudios epidemiológicos y de laboratorio realizados indican que la falta de sueño puede desempeñar un papel en el aumento de la prevalencia de la diabetes y la obesidad. La relación entre la restricción del sueño, la ganancia de peso y el riesgo de padecer diabetes podría derivar de alteraciones en el metabolismo de la glucosa, un aumento del apetito y una disminución del gasto energético.1 El sueño y el metabolismo de la glucosa Los períodos reducidos de sueño están asociados con una menor tolerancia a la glucosa y una mayor concentración de cortisol en sangre. La tolerancia a la glucosa es un término que describe el modo en que el organismo controla la disponibilidad de la glucosa presente en la sangre para los tejidos y el cerebro. En períodos de ayuno, el elevado nivel de glucosa y de insulina de la sangre indica que la administración de glucosa realizada por el cuerpo es inadecuada. Existen pruebas que demuestran que la baja tolerancia a la glucosa es un factor de riesgo para la diabetes de tipo 2. Los estudios sugieren que la restricción de sueño a largo plazo (menos de 6,5 horas por noche) puede reducir la tolerancia a la glucosa en un 40%. Aumento del apetito En un estudio realizado en grandes poblaciones se ha observado una relación entre una corta duración habitual del sueño y el aumento del índice de masa corporal (IMC). Una duración reducida del sueño se asoció a cambios en las hormonas que controlan el hambre; por ejemplo, los niveles de leptina (reductora del apetito) eran bajos, mientras que los niveles de grelina (estimulante del apetito) eran altos. Los efectos se observaron cuando la duración del sueño era inferior a 8 horas.1,3 Esta constatación sugiere que la privación de sueño es un factor de riesgo de padecer obesidad. En un estudio controlado realizado en una población masculina y sana, se descubrió que una media de 4 horas de sueño se asociaba a un deseo significativamente mayor de alimentos calóricos con un contenido elevado de carbohidratos (alimentos dulces, salados y ricos en fécula). Los sujetos también manifestaron tener más hambre.2 Hay también que tener en cuenta que cuantas menos horas se duerme, más tiempo hay para comer y beber. Existen estudios que demuestran que éste es un factor que contribuye a los aspectos obesogénicos de la reducción del número de horas de sueño. Menor gasto de energía En el otro extremo de la ecuación energética, las personas con falta de sueño tienen menor probabilidad de ser físicamente activas, lo que deriva en un menor gasto de energía. Si al aumento del apetito y el deseo de comer, se une la reducción de la actividad, se hace evidente el importante papel que el sueño puede jugar en la gestión del peso corporal. El círculo vicioso de los trastornos del sueño y la obesidad La apnea del sueño es un trastorno que afecta aproximadamente al 24% de los hombres y al 9% de las mujeres. Se caracteriza por la interrupción momentánea de la respiración durante el sueño, lo que ocasiona un sueño de peor calidad y fatiga durante el día. Existe una estrecha relación entre este problema y la obesidad. Varios estudios han comprobado que las personas con apnea del sueño presentan patrones anormales de sueño que pueden acentuar los trastornos metabólicos asociados con la privación de sueño como, por ejemplo, el aumento del hambre. Es decir, que la apnea del sueño causada por la obesidad podría a su vez influir en el apetito y el gasto energético, favoreciendo la obesidad. Es necesario seguir investigando para conocer mejor estas relaciones. Conclusión La falta de un sueño de buena calidad parece tener un impacto en los impulsores fisiológicos del equilibrio energético: el apetito, el hambre y el gasto energético. Además, la privación de sueño tiene un efecto negativo en la capacidad del organismo de administrar la glucosa y puede aumentar el riesgo de padecer diabetes de tipo 2. Se necesitan aún más investigaciones para entender cómo podrían utilizarse cambios en el patrón de sueño para crear entornos favorables que ayudasen a la gestión del peso corporal y a reducir el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el sobrepeso.

viernes, 8 de junio de 2012

¿y que efectos positivos tiene el dormir bien?

La bella durmiente seguramente tenia una piel exquisita. Pues el sueño tiene un efecto positivo en nuestra belleza y salud. - g Solo imagínate como te sientes cuando no duermes bien, sin energía, a veces irritada, es difícil concentrarse y en fin cuantas cosas mas. Y como bien sabes también se nota en tu aspecto físico, las ojeras son el síntoma más evidente, pero también la piel se pone opaca, pierde su brillo natural, los ojos pueden ponerse rojos y la apariencia en general es diferente. A la hora imagínate que pasa cuando te acostumbras a no dormir bien o no dormir lo suficiente por largos periodos de tiempo. Los efectos de la falta de suficiente sueño son dañinos. No creas que al no dormir estas engañando a tu cuerpo, a tu cuerpo nadie lo engaña por mucho tiempo. ¿Que es el sueño? Es un proceso dinámico (aunque parezca lo contrario), durante el cual la mente esta activa. Hay varias etapas durante el sueño y cada una de ellas es importante y en cada una de ellas la actividad mental es diferente. Los Efectos de la Falta de Sueño La falta de sueño no es broma es prejudicial para la salud. ¿Cuanto tiempo debes dormir? La respuesta depende de cada individuo. En términos generales los médicos recomiendan de 7 a 8 horas para los adultos y 9 horas para los adolescentes. Los efectos en la piel La falta de sueño produce radicales libres que causan el envejecimiento prematuro. La piel pierde su brillo y lozanía natural tornándose opaca. Durante la noche el cuerpo elimina desechos, se recupera del estrés diario y descansa. Cuando no dormimos lo suficiente estas funciones se alteran. La piel como dijimos antes expresa este ataque luciendo opaca, con ojeras (al no eliminar desechos) y envejeciendo. Una persona que trasnocha frecuentemente ya sea por trabajo, placer o sencillamente por no poder dormir tiene una piel que no irradia salud y envejecerá prematuramente. Otras Razones Para Dormir Para mantenerse joven Los efectos de la falta de sueño son similares al envejecimiento. Los niveles de cortisol y glucosa aumentan esto puede provocar alta presión, diabetes y obesidad. Estos efectos son similares a los del envejecimiento El dormir suficiente te mantendrás más calmada y joven. Esto es el resultado de una investigación en la Universidad de Chicago Renueva el cuerpo De acuerdo a la medicina Ayurveda nuestros cuerpos trabajan en armonía y tienen un ritmo natural. Durante estos ciclos naturales el cuerpo se renueva. Cuando dormimos nuestro cuerpo produce las hormonas del crecimiento que son las encargadas de la regeneración celular. Cuando dormimos nuestra piel y nuestro órganos vitales se renuevan, eliminamos células muertas y nuevas células nacen y crecen. El sistema inmunológico se fortalece Cuando dormimos nuestro sistema inmunológico esta fortaleciéndose, esto evita que nos enfermemos y hace nuestro cuerpo más fuerte para combatir las enfermedades si estas nos llegan. Por esta razón es importante dormir cuando tenemos enfermedades infecciosas. Al dormir Soñamos Aunque se desconoce las razones por las que soñamos muchos expertos creen que los sueños ayudan a nuestro balance emocional y espiritual. Nuestra memoria mejora Al dormir lo suficiente nuestra memoria funciona mejor. Un estudio reciente en la universidad de California en San Diego (USA) reveló que la actividad del cerebro se altera si no dormimos lo suficiente. Un estudio similar en la Universidad de Trent en Canadá también reveló que los estudiantes que estudian mucho y se desvelan durante el fin de semana olvidan hasta un 30% de lo que aprendieron los otros días. El sueño relaja y ayuda a que el cuerpo descanse y se repare a si mismo.

¿que anomalias causa la falta de sueño en el cuerpo umano?

La falta de sueño provoca, al menos, siete enfermedades. La hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, la depresión o ansiedad, el estrés y la fatiga diurna, los problemas metabólicos de sobrepeso y los trastornos gástricos son los siete trastornos más graves que pueden surgir sólo por dormir menos horas de las necesarias. A ellos se suma una posibilidad 10 veces mayor de sufrir un accidente de tráfico o laboral. En España se sufre especialmente, pues es uno de los países más afectados por la falta de sueño. Los expertos calculan que los españoles dormimos una media de 40 minutos menos al día que el resto de los europeos y, el motivo lo encuentran en los malos hábitos de «higiene del sueño». No compatibilizamos, según cuentan, las obligaciones con las horas de descanso. La privación de sueño es uno de los problemas de salud pública más extendidos, pero también uno de los más desconocidos. No se trata sólo de los que padecen insomnio (alrededor de un 30 por ciento de la población) sino de la calidad del sueño. Los adolescentes, las mujeres y los trabajadores por turnos son los colectivos más afectados por los problemas derivados de no dormir. Según explica Antonio Vela, neurofisiólogo y presidente de la Fundación Sueño Vigilia, «dormir poco produce incluso efectos similares a los del envejecimiento». En primer lugar, la falta de sueño tiene consecuencias sobre el estado diurno. «El individuo se encuentra, durante el día, en un estado de alerta, cambia su estado de ánimo y el cansancio repercute en su grado de concentración y atención», asegura Vela. A más largo plazo, los malos hábitos de sueño provocan también problemas físicos «como los trastornos metabólicos. Los que duermen menos de lo necesario pueden incluso engordar como consecuencia», explica. Otro riesgo son los trastornos psiquiátricos. Diego García Borreguero, neurólogo de la Unidad del Sueño de la Fundación Jiménez Díaz explica que «estos trastornos se dividen, fundamentalmente, en ansiedades y depresiones. Sabemos que todas estas enfermedades están asociadas al insomnio, pero no sabemos por qué». Pero uno de los datos más preocupantes sobre las consecuencias de la falta de sueño es su efecto sobre los jóvenes y los adolescentes. Éstos, según Antonio Vela, en teoría deberían dormir incluso más horas que un adulto. Sin embargo, «los hábitos de vida, trasnochar y tener que levantarse para trabajar y estudiar hacen que sean, junto con los empleados que trabajan por turnos, los que más sufren la falta de sueño», asegura. Y es grave, porque en una persona que aún no ha alcanzado la madurez, el sueño no significa sólo descanso, y no sólo repercute sobre el rendimiento laboral y académico, sino que durante la noche se producen procesos de desarrollo. A los adolescentes, por tanto, les afecta más que a un adulto la privación de sueño, porque «puede interferir en procesos hormonales, incluso en la maduración sexual», afirma Vela. La razón para que, tras la pubertad, al igual que en los trabajos por turnos, se duerma menos y el sueño sea de peor calidad se encuentra en el denominado «reloj circadiano». Se trata de un mecanismo natural que regula los ciclos de sueño y vigilia. Por su efecto, los humanos preferimos dormir durante las horas nocturnas y nos mantenemos despiertos durante el día. El ciclo dura, aproximadamente, 24 horas. Pero este reloj natural se puede desincronizar. Así, surge el síndrome de fase adelantada, cuando el individuo comienza a sentir cansancio antes de llegar la noche y luego se despierta de madrugada sin lograr conciliar el sueño.

lunes, 4 de junio de 2012

los limites del cuerpo humano

El cuerpo humano esta diseñado para realizar ciertas funciones; sin embargo, un medio ambiente inadecuado puede alterar sus funciones y llevarlo hasta la muerte. A lo largo de la historia, ha habido personas que voluntaria e involuntariamente, han llevado su cuerpo al límite de sus capacidades. El sitio quo.es, ha publicado algunos casos de seres humanos que han logrado, y no, sobrevivir ante estos extremos. Frío, fuerza de gravedad, dejar de respirar, de comer o de dormir, son algunos ejemplos que se ponen a prueba para saber hasta dónde hay que trazar la línea entre la vida y la muerte. Conocè 10 situaciones, y algunos datos del porqué no podríamos pasarnos de esa línea. 1. ¿Cuánto tiempo podemos permanecer despiertos? El estudiante de 17 años, Randy Gardner, originario de San Diego, California, estuvo durante 11 días (264 horas) sin dormir entre 1963 y 1964, el período sin sueño más largo verificado científicamente. Lo común es requerir ayuda para mantenernos despiertos después de 36 horas de vigilia, y sentir irresistibles ganas de cerrar los ojos tras 48. Es sabido que la privación del sueño puede resultar fatal. Las ratas, cuando se las mantiene despiertas, mueren a las dos semanas, menos tiempo de lo que tardan en fallecer de hambre. En los seres humanos, una enfermedad hereditaria llamada, insomnio familiar, sugiere que la muerte sobreviene en los primeros tres meses. 2. ¿Qué altitud soporta nuestro cuerpo? La altitud genera diferentes efectos en nuestro organismo, debido en gran parte a la reducida presión de oxígeno en el aire. La hemoglobina, proteína de la sangre, que transporta oxígeno de los pulmones a las células, no puede absorber oxígeno a su total capacidad. Debido a que el cerebro es muy sensible a los niveles de oxígeno, el dolor de cabeza y el mareo son los primeros signos de malestar. Superando los 5 mil metros de altitud, los síntomas son pérdida de la masa muscular y mayor riesgo de acumulación fatal de fluidos en los pulmones y el cerebro. A partir de los 7 mil 500 metros, la falta de oxígeno puede llevar a la pérdida de la consciencia y finalmente, a la muerte. Mike Grocott, de la Universidad de Southampton (Reino Unido) estudia los efectos de la altitud en el cuerpo y considera que el límite se encuentra en los 9 mil metros. 3. ¿Sobrevivirías mucho tiempo en el vacío? Quedar atrapado en el vacío es el peor temor de los astronautas. En 1971, tres cosmonautas soviéticos murieron poco antes de entrar en la atmósfera terrestre. La cápsula Soyuz 11, se despresurizó a una altitud de 168 kilómetros. La presión de la cabina se desplomó hasta cero en sólo 11 minutos y 40 segundos. La tripulación falleció entre 30 a 40 segundos, por hipoxia. Por otro lado, en 1996, un técnico de la NASA experimentó una bajada de presión similar a la que existe a 36 mil 500 pies de altitud. Después de recobrarse de un desvanecimiento de entre 12 y 15 segundos, el especialista recordó que la saliva le bullía. Esto se debe a que el agua se evapora a bajas presiones. Por fortuna su salud no se vio afectada. 4. ¿Cuánta radiactividad soportamos? El ser humano recibe poco más de 2 mil sieverts de fuentes naturales cada año, como lo es el radón. Una muerte prematura puede ocasionarse cuando la radiación se encuentra en dos sieverts y la muerte inmediata con un nivel de seis sieverts. Devair Ferreira, en 1987, compró una pieza que emitía un brillo azul en la oscuridad. La colocó en su comedor e invitó a unos amigos y parientes. Todos tocaron el polvo que este objeto contenía, el cual resultó ser sal de cloruro de cesio. Este aparato de alta radiactividad era utilizado para tratar a pacientes con cáncer. En un mes, la mujer de Ferreira, su sobrina de seis años y dos de sus empleados habían muerto. En total se contaminaron 249 personas. A pesar de haber recibido siete sierverts, Ferreira sobrevivió y murió hasta 1994 a causa de una cirrosis provocada por el alcohol. 5. ¿Cuanto tiempo podemos estar en aislamiento? Se dice que podríamos estar aislados más de un año, aunque hay que tener en cuenta que se pueden sufrir alucinaciones en este periodo. Las experiencias más largas de aislamiento que se han llevado a cabo, son en cuevas subterráneas. Alejado del Sol, el cuerpo se regula por su reloj interno y llega a un ciclo de 48 horas, de las cuales, 36 permanece despierto y 14 dormido, con fases REM (de sueño) más largas. 6. ¿Qué velocidad límite alcanza el ser humano? El atleta Usain Bolt ha corrido 100 metros en sólo 9.58 segundos. Pero fue Mark Denny, de la Universidad de Stanford, California, quien decidió averiguar la velocidad máxima en la que podría un ser humano recorrer 100 metros. Examinó los récords previos de varias competencias atléticas y carreras de galgos y caballos, desde la década de los 20's. Descubrió un patrón similar, es decir, que el rendimiento mejora poco a poco hasta que alcanza un nivel en el que se estanca. Predice un límite de 9.48 segundos para los 100 metros, justo 0.1 segundos menos que el récord de Bolt. 7. ¿Cuánto se soporta sin comer ni beber? Cuando finalmente se acaba la grasa corporal, las proteínas y los carbohidratos, en teoría el cuerpo se queda sin energía y deja de funcionar. El mayor período sin alimento que se ha registrado en la historia, fue en la huelga de hambre de Kieran Doherty, en el año 1981, quien murió después de 73 días. Con un simple aporte de vitaminas y agua, se sabe que ha habido gente, que sobrevive más de un año sin comer. 8. ¿Cuánto se puede vivir sin respirar? Stephane Mifsud estableció un récord mundial, al aguantar la respiración (apnea estática) durante 11 minutos y 35 segundos. Debido a las sesiones continuas de entrenamiento, Mifsud consigue que su ritmo cardíaco descienda casi a la mitad, y en consecuencia, necesite menor cantidad de oxígeno. A pesar de ello la psicóloga Johan Andersson, de la Universidad de Lund, en Suecia, menciona que, se cree que los mejores buceadores podrían soportar sin respirar hasta 15 minutos. La técnica que utilizan es flotar boca abajo, para inducir el reflejo de buceo de los mamíferos, al sumergir la cara en agua fría, los vasos sanguíneos periféricos se constriñen y se dirige la sangre lejos de las extremidades, hacia el corazón y el cerebro. También es vital la hiperventilación antes de realizar la apnea estática. 9. ¿Cuántas fuerzas G resistimos? La sensación de la caída libre y el mareo provocado por subirse a la montaña rusa, se debe a que en ella alcanzas las 5 G. La fuerza G representa la acelración de la gravedad, que en la Tierra tiene un valor de 9.81 m/s2) Nuestra tolerancia a las fuerzas G depende de la magnitud y duración de aceleración o deceleración, y de la orientación de nuestro cuerpo. Entre cinco y 10 segundos de 4 a 5 G en vertical, producen la típica visión de túnel y, después, la pérdida de consciencia. El récord de resistencia a una fuerza vertical mayor, lo posee el Dr. R. Flanagan Gray de la NASA, quien soportó 31.25 G en un tanque especial de agua que presurizaba su cuerpo y le ayudaba a resistirlas. El récord de aceleración horizontal corresponde al Coronel del Ejército del Aire estadounidense John Stapp, quien en experimentos con trineos impulsados por cohetes a finales de la década de 1940, resistió hasta 46.2 G. 10. ¿Cuál es la temperatura más fría que soportamos antes de morir? En general el ser humano no se lleva muy bien con el frío. Esto se debe a que nuestras extremidades están adaptadas para perder calor y no para retenerlo. La temperatura normal interna de nuestro cuerpo, es 37ºC en promedio, pero ésta tiende a bajar con mucha facilidad. Si desciende sólo 2°C, inicia el proceso de hipotermia, primero perdemos la consciencia y después disminuye el ritmo cardiaco. La muerte ocurre a 24°C, que es cuando el corazón se detiene. A pesar de estos datos, Anna Bagenholm cayó a un río helado y quedó atrapada durante 80 minutos a una temperatura de 13.7°C. Sobrevivió porque se detuvo su corazón y además dejo de respirar, lo que ayudó a que se redujera su necesidad de oxígeno.

viernes, 1 de junio de 2012

¿a que se debe que tengamos o no un buen sueño?

El buen dormir, un hábito que hay que procurar El dormir es una actividad que realizamos de manera automática en nuestra vida, es indispensable para nuestro bienestar y salud. Durante nuestra vida, pasamos aproximadamente un tercio de la misma, dormidos y si dormimos bien, estaremos en un buen estado de ánimo, con mucha energía, además que nos ayuda a vivir más y mejor. Debería de ser tan sencillo, asi como acostarnos, cerrar los ojos y dormir para al dia siguiente levantarnos descansados y de muy buen humor. Pero aunque el dormir es una actividad instintiva, que hacemos todos los días, el buen dormir se refiere a la adquisición de hábitos. A veces al descanso nocturno no le damos la importancia que se merece ni consideramos los beneficios que nos puede traer el tener un buen hábito del sueño. El tener malos hábitos de sueño, acarrea muchos problemas al organismo de manera negativa, así como en nuestro ánimo y emociones. Todos hemos pasado alguna vez por una “mala” noche o tener pocas horas de sueño, donde en primer lugar descansamos mal o poco y amanecemos agotados, con los ojos hundidos, rojos, baja energía, cansados, con poca concentración y atención y sin ganas de hacer nada. El dormir bien es más importante de lo que parece, pues nuestro cuerpo no cae en un estado donde se desconecta y se quede sin actividad, por el contrario, el cuerpo sigue trabajando aun de noche, pues es durante la noche cuando el cuerpo libera hormonas que nos ayudan a tener bienestar al día siguiente. El sueño es imprescindible para nuestra salud mental y física. Mientras dormimos nuestro cerebro también sigue funcionando, y una prueba de ello la encontramos en los sueños, los cuales a veces llegan a ser tan intensos como la realidad misma. El sueño tiene varios ciclos durante la noche, no son iguales y cada una de ellas tiene una influencia específica sobre el organismo. Dormimos varios ciclos de 90 minutos en promedio cada uno y pasamos por 5 etapas durante esos 90m minutos: En la primera fase, es cuando vamos cayendo en un sueño ligero, aún percibimos la mayoría de lo que sucede en nuestro alrededor y se caracteriza por una baja de la temperatura corporal del pulso. Pasamos a la fase dos, donde nuestras actividades corporales se van relajando más, las ondas cerebrales se van haciendo más lentas y hay desconexión del entorno, lo que facilita el dormir. Al entrar a la fase 3, el hay un mayor bloqueo sensorial osea de lo que pasa alrededor, lo que indica una mayor profundidad de sueño. Si nos despertamos en esta fase, nos encontraremos confusos y desorientados esta fase es muy importante para que tengamos un descanso completo y es donde empiezan a haber cambios en el organismo que nos ayudan a el bienestar y cambian otra vez nuestras ondas cerebrales. En la Fase 4, es la fase de mayor profundidad del sueño, en la que la actividad cerebral es más lenta Al igual que la fase 3 es un período esencial para la restauración física y sobretodo emocional del organismo. Cuesta mucho despertarnos estando en esta fase que dura unos 20 minutos aproximadamente. La última fase se llama fase REM o MOR que significa movimientos oculares rápidos o en ingles; rapid eye movement, es la fase cuando estamos soñando y se caracteriza porque los ojos efectúan movimientos rápidos de un lado a otro es la fase en que tenemos los sueños representados en forma de narración, surgen las ondas cerebrales las llamadas delta que son mas rápidas, y las funciones del organismo vuelven a cambiar algunas son mas rápidas e irregulares. El tono muscular es nulo, Si la persona se despierta en esta fase, recordará su sueño, si se despierta en alguna de las otras no lo recordará. También llamado paradójico porque no es tan tranquilo como se supone que debe ser el sueño; en este momento el cerebro está tan activo como durante el día y emite ondas similares a las de una persona despierta Durante la noche es necesario dormir 4 o 5 ciclos completos para tener un descanso perfecto. El buen dormir también es un aprendizaje para que sea reparador y al día siguiente estemos con muy buen humor y mucho ánimo. Hay varios factores que influyen en la calidad de nuestro descanso, y uno de esos son los hábitos adecuados sobre todo al acostarnos, las rutinas son muy importantes ya que de esa manera acostumbramos al cuerpo a seguir un ciclo regular, una de las recomendaciones es que hay que acostarnos en cuanto aparezcan los primeros signos de sueño. Debemos acostumbrar a nuestro cuerpo a tener el hábito de dormir a la misma hora por eso es importante procurar acostártenos y levantártenos siempre a la misma hora. Es recomendable no acostártenos ni intentar dormir hasta que no tengamos sueño. Hay que dormir el número de horas que nuestro organismo nos pide y necesita, pueden variar entre cada persona entre 6 a 9 horas, pero deben de ser de corrido, todas juntas, y de noche, no es lo mismo, si por ejemplo queremos dormir 7 horas, lo hagamos 4 horas de ncohe y 3 horas en el día pues así no se logra el descanso total ya que se interrumpe el ciclo general. Hay veces que nos cuesta trabajo dormir y esto es porque algunas veces tenemos ciertos hábitos que así las originan y que no nos permiten dormir Se desarrolla de este modo, un ciclo repetitivo de dificultades para iniciar el sueño todas las noches hacemos lo necesario para no dormir bien, por eso se recomienda acostarnos hasta que tengamos sueño, no pasar mucho tiempo en la cama despiertos o haciendo otras actividades o viendo la tele, las siestas diurnas, la cafeína, el alcohol en exceso, o el comer abundante antes de dormir o también hacer ejercicio dos horas antes de dormir, nos pueden llevar a perder el sueño, además hay factores emocionales como el estrés, la ansiedad, o el ya haber adquirido el hábito de que al acostarnos ya de una vez, pensamos y damos por hecho que vamos tener problemas para conciliar el sueño. Aquí es cuando debemos meditar que hábitos podemos cambiar para adquirir nuevos rutinas del buen dormir donde es importante que hagamos siempre las mismas prácticas a la hora de acostarnos, para que nuestro organismo se acostumbre y sepa cuándo a llegado la hora de descansar. Si estamos viendo la tele y nos da sueño, mejor apagamos la tele y nos vamos a la cama pues si no nos vamos a dormir en el sofá y luego nos va a costar más trabajo dormir en la cama. Todo es cuestión de hábitos y rutinas y sobre todo darle la importancia al buen dormir. Recordemos que podemos adquirir un nuevo hábito en 21 dias. También es importante estar cómodos. Si nos hacemos el propósito de tener buenos hábitos de sueño y de dormir por lo menos 4 o 5 ciclos de sueño seguidos durante la noche y a oscuras, nos dan beneficios muy grandes entre los que tenemos: * Fortalece las defensas, hace que nuestro sistema inmune se restablezca y nos curemos más rápidos si estamos enfermos. * Las articulaciones descansan pues soportan menos peso y los músculos se relajan lo que hace que se regeneren. * El sistema circulatorio se beneficia durante el sueño, pues al descender la presión arterial, el corazón necesita realizar menos esfuerzo. * La piel se regenera con las hormonas liberadas durante el sueño * Al dormir a oscuras produce que liberemos la hormona melatonina, la cual se encuentra implicada en múltiples funciones en nuestro cuerpo. Posee una acción inmuno-estimulante y una potente capacidad antioxidante. La producción de esta hormona se inhibe con la luz del día y su mayor producción se da a la mitad del ciclo nocturno. * Durante la fase 3 y 4 del sueño, el organismo segrega la hormona del crecimiento, lo que ayuda a los niños y adolescentes a dormir, por eso duermen mucho. * Esta hormona es indispensable cuando ya completamos nuestro crecimiento, pues tiene la capacidad de acelerar nuestro metabolismo y nos ayuda a quemar grasa, si a bajar de peso, y además ayuda a prevenir el envejecimiento. Por esto es muy importante que no solo dormir de 7 a 9 horas sino hay dormir durante la noche varios ciclos continuos, es decir de corridito y conciliar un sueño profundo para así llegar a las fases 3 y 4 y poder tener el beneficio de la producción de hormona del crecimiento. Para bajar de peso no solo hay que considerar una dieta balanceada y ejercicio, sino también dormir bien con los ciclos completos, además de que hay que considerar los cambios que ocurren al dormir de noche no ocurren cuando se duerme de día, es muy significativo dormir en la oscuridad y no con luz de día si queremos tener estos beneficios. A veces nos perdemos de todos estos beneficios solo por el hecho de no tener buenos hábitos de sueño, medio dormir de noche, dormir siestas, dormir de manera ligera, con la cabeza llena de cosas, etc. a veces tenemos tantas cosas que hacer que dejamos en último lugar un buen dormir durante la noche. Por eso es primordial darnos un espacio para nosotros mismos, para cuidar a la maravilla que es nuestro cuerpo, darle su tiempo de descanso completo y de regeneración, lograr un sueño profundo que es reparador de varias funciones del organismo, incluso el sueño tiene su función específica que ya hablaremos en otro artículo sobre porque soñamos y que pasa mientras soñamos. Así que a dormir bien y de manera completa durante la noche.